La secundaria puede ser dura para todos, pero lo es especialmente para los niños que sufren una pérdida. Ya sea por la muerte de uno de los padres, un hermano o un familiar cercano, superar el duelo a una edad temprana presenta desafíos únicos que pueden tener efectos duraderos en el bienestar emocional y el desarrollo de un niño.
Middle school can be tough, but it’s especially tough for kids who are experiencing loss. Whether due to the death of a parent, sibling, or close family member, navigating grief at a young age presents unique challenges that can have lasting effects on a child’s emotional well-being and development.